La vista desde mi ventana a la manera de Niepce.
Al contemplar cada mañana mi ciudad me hace darme cuenta de lo insignificantes que somos los seres humanos. Si tan solo a unos pocos metros por encima la gente se ve tan minúscula el simple hecho de pensar en la inmensidad del cosmos me hace reflexionar sobre lo poco que importamos en el desarrollo del universo pues todo lo que hagamos en la tierra algún día no habrá servido de nada salvo para haber disfrutado de esta efímera existencia.
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